A review for Esther Sacco’s show in Zurich, November 1988
Esther Sacco has too tersely described her works as being inspired by stage designs, for they recall the invention of Cubism in 1908 by Picasso and Braque. This young Uruguayan artist takes us back there with her severe Cubist style, which she elevates by radiant pastel color harmonies and a pervasive calm grace.
With small brushes Picasso hammered matter into solid planes, and in so doing he drove out color. Sacco instead uses her designing pen like a knife to outline-sculpt this matter with bold strokes. Then she bends and forces the colored interlocking planes into small shallow spaces, creating a sort of bas relief.
Her conventional subjects range widely from the still lifes or Cubism, but they also evoke the subjects and styles of such other early twentieth century masters as Matisse and Klee. A young girl wistfully looks out the window; the Virgin Mary protects her baby from a looming shadow of the cross. But most are luminous bold landscapes, paradoxically
spacious while being crushed into bas reliefs and framed as though by stone.
This atone framing is actually heavy grey cardboard, scored and bent to form an inwardly curving window, which looks as if it were carved, finished pietra serena stone. It is a subtle point for this artist working near Florence to choose the stone preferred by the Florentine Renaissance master architects and sculptors. She too is strong and confident.
Her subjects, her sublime talent for form and color, her mastered craft, the knowledgeable resonances from art history, all richly communicate to the cognoscenti of the art world. But such sheer beauty and power openly invite the thoughtful viewer’s contemplation.
por Carolyn Johnson
4821 S. Ellis Avenue
Chicago, IL 60615, USA
Crítica sobre una muestra de Esther Sacco en Zurich. Noviembre 1988
Esther Sacco ha descrito muy tersamente sus obras como inspiradas por los diseños de escenario, ya que recuerdan la invención del Cubismo en 1908 por Picasso y Braque. Esta joven artista uruguaya nos lleva otra vez allí con su marcado estilo Cubista, el cual ella eleva con radiantes armonías de color pastel y la calma gracia que lo impregna.
Con pequeños pinceles Picasso forjó la materia en planos sólidos y al hacerlo les quitó el color. Sacco, en cambio. utiliza su lápiz de diseño como un cuchillo para delinear y esculpir esa misma materia con decididos trazos. De allí curva y fuerza los interconectados planos de color hacia espacios pequeños y llanos, creando una suerte de bajo – relieve.
Sus temas más frecuentes varían ampliamente, desde las naturalezas muertas del Cubismo. hasta evocar temas y estilos de otros maestros de comienzos del Siglo XX como Matisse y Klee. Una joven melancólicamente mira desde la ventana; la Virgen María protege a su bebé de la amenazante sombra de la cruz. Pero la mayoría son luminosos y resaltados paisajes, paradójicamente espaciosos a pesar de estar aplastados hasta un bajo-relieve y como encuadrados en piedra.
Este encuadre en piedra es en realidad cartulina de un gris pesado recortada y curvada para formar una ventana que se vuelve hacia dentro, y que luce como si fuese piedra serena tallada y pulida. Es un detalle sutil que esta artista que trabaja cerca de Florencia elija la piedra favorita de los Maestros arquitectos y escultores del Renacimiento Florentino. También ella es fuerte y segura.
Sus temas, su talento sublime para la forma y el color, su trabajo experto, las eruditas resonancias de la historia del arte, todas se comunican ricamente al conocedor del mundo artístico. Pero esa pura fuerza y belleza abiertamente invitan al observador a la contemplación.
por Carolyn Johnson
4821 S. Ellis Avenue
Chicago, IL 60615, USA
Traducción: Enrique Geninazza
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